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la obesidadespiritual

 

la obesidadespiritual
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balanza pre bascula

"¿Qué es mejor comer en este momento, una dona de chocolate o una aceituna? Tu
respuesta depende de múltiples factores personales y del mundo que te rodea. Estas páginas tratan de donas, aceitunas y otros conceptos. Más bien de la esencia de todos ellos. Además de su relación con lo espiritual.

En espiritualidad de las primeras sugerencias a conservar es que el trabajo es gradual, continuo y que cualquier dificultad es una oportunidad para mejorar. Estos
son los tres hallazgos básicos que encontré en mi regreso espiritual, en mi búsqueda personal. Muchos de los acontecimientos más importantes en mi vida los he interpretado como incentivos para continuar mi búsqueda y por conseguir uno de
los regalos más valiosos, la paz." (...)

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 o/primero la ciencia

"Hace poco tiempo redacté un escrito acerca del comer saludable. El ejercicio
resultó un muy interesante documento el cual aportaba entre otras cosas,  el
concepto efecto egg, que significa por sus siglas en español, exceso gramos grasa.
El efecto egg es simplemente el nombre aplicado a cualquier persona, grupo,
comunidad que observa obesidad en su cuerpo.
¿A qué se le llama obesidad?
Al exceso de grasa en el cuerpo. Algunos gramos, a veces kilos. La obesidad es un
estado clínico.
¿Por qué hay exceso de gramos grasa?
En la mayoría de los casos simplemente porque el ingreso de un tipo de alimentos
no está en relación con lo que gasta, necesita y “quema/consume” el cuerpo. La
cantidad de esa energía que se come es mayor que la que necesita, gasta y puede
procesar el estimado cuerpo. Ese superávit se convierte físicamente en gramos de
más.
En un vistazo global, la alerta aconseja que dependiendo de los gramos excedidos y
el tipo de cuerpo, es mayor el peligro de la cadena de sucesos que podrían motivar.
Se pueden citar complicaciones y enfermedades como las cardiovasculares,
cutáneas, digestivas, de hipersensibilidad, metabólicas, neurológicas, osteo-
articulares, psicológicas, respiratorias, renales, sexuales. Sin olvidar las
consecuencias ético-morales, financieras, fiscales, psicológicas, políticas y/o
sociales.
Realmente el efecto egg, es un problema que está enfrente. En algunos casos está
más íntimamente cerca.
Recientemente leí una posición científica que le resta responsabilidad al individuo
y afirma que la voluntad personal no es un determinante de la obesidad. Los
investigadores experimentando con obesos ratones supongo que con libertad
limitada y sin dinero, concluyen que la clave está en los centros de alimentación del
hipotálamo. Indican que hay cierto pre-determinismo neuronal en la inclinación
para desarrollar la obesidad.

En otro extremo de los acercamientos científicos se encuentra que la obesidad es
por elección personal. Y las culpas de esos kilos y sus posibles consecuencias ya
citadas, son bastante numerables.
La buena noticia es que el efecto egg es eso, un efecto, no la causa. El sospechoso
número uno del efecto egg, es la falta de ejercicio y una alimentación no adecuada
para ese cuerpo. Toda alimentación ordenada, la concibo bajo el concepto de dieta.
O por explicar mejor, dieta es un orden, una guía de alimentación apropiada.
Se necesita aprender a comer.
Se necesita una buena dieta.
¿Quién posee una buena dieta para uno? Tal vez, alguien en la familia, los papás,
los abuelos. Es simple. En caso contrario, lo mejor es asesorarse de un buen
dietista. Un especialista en nutrición de preferencia.
(...)
En la realidad observable y publicitada hay una inmensa cantidad de dietas y
nutriólogos. Y muchos de ellos sinceros, honestos, eficientes. Algunas personas ya
se han unido al reducido club de los delgados, mientras muchas otras siguen
observando kilos de más. El problema de la obesidad evoluciona. Cada día se va
percibiendo como más grave al ritmo que engorda el calendario del presente.
Una pregunta de primaria: si existen dietas eficientes, nutriólogos honestos, y las
personas que hemos sufrido los embates de una báscula despiadada, sabemos que
hay un dolor continuo en esa área de nuestra vida, ¿por qué no bajar de peso?
O bien, regreso a  la simple pregunta.
¿Por qué continúa haciendo acto de presencia la obesidad?
Por el efecto egg (exceso gramos grasa).
Por comer de más. Y no hacer suficiente ejercicio.
Es muy sencillo.
(...)
Hasta aquí todo es una mera observación de la comida ingerida/energía gastada,
input/output. Una simple observación de lo físico. Escribo en términos
sencillamente globales, y no toco los casos científicos de un trastorno de algún
órgano o sistema de nuestro cuerpo.
En las esferas espirituales, no seguir una dieta adecuada, es no hacer contacto con
el equilibrio. No estar en la vía media. En lo central. No resistir a ir más allá del
límite.
Y vuelvo a preguntar. ¿Por qué esa persona quien experimenta un dolor por los
gramos de más, no hace uso del equilibrio/resistencia? En la mayoría de casos que
he observado, esa persona ha probado varias dietas, ha paseado tal vez por
algunas lecciones espirituales, “conoce” bien esos kilos y de donde han surgido.
¿Por qué no sigue la dieta? ¿Por qué no hace uso del equilibrio alimenticio? Uso de
la resistencia a no cruzar los límites de la dieta.
Una respuesta simple y muy espiritual es: porque no quiere, no tiene el deseo. Es la
respuesta más elevada también.
La posible respuesta dos es: porque en una actitud cómoda extra bondadosa no
tiene en ese momento la fuerza de la disciplina, y no logra concentrarse en ella. Tal
vez no retenga el conocimiento de la disciplina.
La posible respuesta tres es: porque tiene la costumbre de romper los límites de la
dieta. No ve el resultado de sus acciones  a mediano y largo plazo. Casi todo lo ve
en tiempos cortos. Esta persona tal vez no recuerda su contacto con el concepto de
tiempo largo, eternidad, paz. Tal vez no haya hecho más conciencia de qué es su
cuerpo y sus necesidades inmediatas, desde el punto de vista espiritual.
Posiblemente falta información espiritual de la comida que ingiere y ya se
acostumbró a lo habitual. Quizás esa persona necesite más información de su
biografía histórica y espiritual.
El exceso gramos grasa es por comer más de lo debido y lo no debido. Salvo casos
particulares de mal funcionamiento físico del cuerpo. Esa es la simple razón a nivel
físico.
Sin embargo la causa real, o sus causas, las percibo que pertenecen al nivel
espiritual. Para mí, según mi percepción en este momento, cuando la obesidad se
percibe como un problema físico, es por algunos gramos espirituales de más. La
obesidad infantil, tema aparte, se percibe como responsabilidad espiritual y física
de los padres. Los kilos de los niños están en los padres y/o responsables, su causa.
La obesidad espiritual es un grupo de tareas espirituales no trabajadas que
tienden a manifestarse a nivel físico. Esas tareas no trabajadas adecuadamente, se
van acumulando en la persona a lo largo de su vida y algunas veces se manifiestan
en una actuación no consciente pro comer. Sin dieta, sin límites, sin resistencia. Un
comer libre sin orden que “controla” y altera a la persona, llegando en casos
extremos a verse a sí misma visión imaginaria inadecuada como un robot
abandonado con un fuerte deseo por alimentarse. Desea atacar a los kilos de
frente, como le sugieren sus asesores, pero a veces puede, a veces no. Las últimas
batallas anuncian números no deseados. Hay una falsa noción de desesperanza. Se
une momentáneamente al enemigo y disfruta de sus sabrosas calorías. Se ve al
espejo y no se reconoce. Se rechaza. Trata diferente a las personas. Es muy estricto
consigo misma. Empieza un círculo vicioso tremendo.
La obesidad espiritual no se encuentra solamente en los riquísimos gramos del
pastel de chocolate. Tampoco se encuentra únicamente en el no poder seguir en
esta ocasión la dieta.  Las causas de la obesidad espiritual se encuentran también
en la presión que ejercen las tareas no trabajadas adecuadamente. Respuestas
incompletas, inadecuadas. Trabajo que flota en el conocimiento de la biografía de
la persona. La biografía individual y familiar: astrológica, biológica, genética,
económica, escolar, psicológica, religiosa, de salud, sexual, social, etcétera en
donde el acento y foco de estudio reposan en la individualidad de cada ser
humano. Posiblemente esos gramos tengan su esencia en su biografía espiritual, de
su vida personal y de sus ancestros.
Desde mi percepción y como sugerencia respetuosa, en independencia de las
causas más visibles del comer de más, las causas de la obesidad cuando se
observa como problema son espirituales y generalmente se encuentran en el
pasado espiritual. O por mejor escribirlo, en su presente espiritual. En el mundo
espiritual solo hay un presente, el de la acción. Actuar es responder."
(...)

Esta información es parte de la pre-báscula y la secuencia inicial del libro "la obesidadespiritual". bioconciencia © México 2015 Todos los Derechos Reservados

 

 

portada la obesidad espiritual

"Estamos muy contentos con la aceptación que ha tenido 'la
obesidadespiritual', nuestro primer libro en bioconciencia.
Compartimos con gusto algunos párrafos de su introducción (pre- báscula) y la secuencia inicial.

Trata de leerlo. Te va acercar a uno de los temas actuales más
“pesados” con el deseo de que te sientas más ligero.

Un buen día. Una buena vida." Jaime Kurt

 

 

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